domingo, 20 de julio de 2008

Objeto de réplica. La Colección VII

Objeto de réplica. La Colección VII
Desde el 20 de septiembre de 2007 hasta el 31 de agosto de 2008-Sala Sur
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Parece que nos seduce, especialmente, congelar y ver congelado el tiempo, fijarlo y con él a quienes en él habitamos. Da la impresión que en la amalgama de sucesos en movimiento que nos abruman impidiéndonos ver con claridad las cosas, sentir la quietud, el instante parado, el gesto fijado, nos da el respiro necesario para intentar entendernos; para sacar al menos alguna conclusión, en fin, para imaginarnos que tenemos el tiempo suficiente como para ver el mundo tan a cámara lenta que nos parece que se encuentra quieto, como en estas fotografías. Por eso, esta exposición realiza un zoom vital con el ser humano como protagonista y clave de todas nuestras preguntas. Desde los primeros planos de los rostros, lugar donde según Walter Benjamin aún se puede encontrar el último rastro del aura, de la experiencia del artista, coleccionada como objeto fetiche único y que el desarrollo de la técnica ha diluido a base de reproducirlo de multiplicarlo, pasando por un movimiento de alejamiento paulatino del ser humano, de sus acciones y de sus huellas hasta, en un círculo perfectamente vicioso, llegar a las auras eléctricas y misteriosas de la cámara Kirliam.

Asumimos que la necesaria pérdida del aura casi religiosa del objeto artístico a causa del desarrollo tecnológico, es inevitable y necesaria, y aquí entramos en el segundo nivel de esta muestra, ya que los beneficios del acceso universal a las artes, la presunta democratización del goce estético o la desaparición de los límites creativos han dado lugar, como corresponde a la revuelta tecnológica de los dos últimos siglos a intensos debates acerca de concepciones sagradas e inmutables hasta el momento. El objetivo, por tanto de esta muestra, es reflexionar sobre conceptos como el autor y sus derechos, el original, la copia y réplica o la multitud de aspectos que los avances genéticos desarrollan. También pretendemos abordar alegorías que nos hablan de posibilidades infinitas abortadas por los mecanismos del mercado, del museo replicado a causa del arte replicado (y al revés también), en definitiva intentamos enfrentarnos a la intensa contienda conceptual en la que se encuentra sumido el mundo de las últimas artes y, como consecuencia de ello, la propia sociedad. Por ello, la exposición está plagada de guiños que esperamos no escondan, en último término, el disfrute que ofrece la producción fotográfica de estos tiempos.

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