El último proyecto de AAron Lloyd propone la revisión del género naturaleza muerta y de las definiciones contemporáneas de la muerte, entendiéndolo simultáneamente como paisaje de la desolación, hilarante historia de deterioro y degradación y, a su vez, como exponente máximo de la realidad fragmentada. Reincide, de este modo, en algunas de las ideas que han generado la producción de su autor durante la última década, acentuando una concepción de la realidad compleja y deformada, en la que éste propone la imagen de un individuo a través de una dualidad alterada, como si de su reflejo en un “espejo de feria” se tratara.
PIC-NIC se plantea así como un campo de batalla en el que yacen objetos de distinta naturalezas, abandonados, amontonados, en desuso; exiliados de lo real, carentes de vida, reflejo deteriorado y degradado de sus presencias. PIC-NIC es un lugar de descanso eterno, que admite, -en su identidad cambalache-, lo frágil en el vidrio y lo resistente del metal. Lo perecedero, como la oscilante llama, y lo eterno, como el desenterrado hueso. Lo desgarrador de la carne y lo apacible de los vegetales. En definitiva, “lo vertebrado” y “lo invertebrado”.
La muestra propone una doble instalación multimedial que ocupa los dos niveles de la galería y combina luz, sonido y grandes piezas gráficas realizadas en carbón sobre papel, proponiendo la utilización del espacio desde un punto de vista multidisciplinar, incidiendo en el carácter plural e integrador de las técnicas implicadas en el proyecto.
PIC-NIC se plantea así como un campo de batalla en el que yacen objetos de distinta naturalezas, abandonados, amontonados, en desuso; exiliados de lo real, carentes de vida, reflejo deteriorado y degradado de sus presencias. PIC-NIC es un lugar de descanso eterno, que admite, -en su identidad cambalache-, lo frágil en el vidrio y lo resistente del metal. Lo perecedero, como la oscilante llama, y lo eterno, como el desenterrado hueso. Lo desgarrador de la carne y lo apacible de los vegetales. En definitiva, “lo vertebrado” y “lo invertebrado”.
La muestra propone una doble instalación multimedial que ocupa los dos niveles de la galería y combina luz, sonido y grandes piezas gráficas realizadas en carbón sobre papel, proponiendo la utilización del espacio desde un punto de vista multidisciplinar, incidiendo en el carácter plural e integrador de las técnicas implicadas en el proyecto.
La Galería Begoña Malone
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