Cuando ocurre lo irremediable y dejamos de ver aquello que antes era lo habitual, perdemos dichos contornos. No en un primer momento pero cuando el tiempo se dilata la memoria se vuelve frágil y le cuesta reconocer aquello que antes le era fácil.
Como el agua la memoria forma o desdibuja, ahora borrosa/velada antes perfectamente visible... y en un espacio breve o extenso de tiempo, volvemos a reconocer aquello que por necesidad o casualidad nos topamos de nuevo.
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