(Coso, 25-27). '40 años de Woodstock'
Hasta el 15 de septiembre de 2009
Los años sesenta estuvieron marcados por la guerra de Vietnam, la ola de desafío y rechazo al sistema que generó, y el cuestionamiento de los valores tradicionales de la sociedad americana. La juventud estadounidense se redefinía a sí misma y a su entorno en estos años, rompiendo las barreras de la conciencia tanto personal como civil. Los mensajes de esperanza, libertad y cambio se fundían con una nueva música palpitante, caliente, psicodélica, que acompañaría a una generación que iba a cambiar la historia.
Años turbulentos en los que Elliott Landy puso su "voz visual" al servicio del rechazo a la guerra, el despertar espiritual de Estados Unidos y, en definitiva, del espíritu de una generación. Así comenzó Landy su viaje por la fotografía, en publicaciones underground, documentando las acciones contra Vietnam, que poca o ninguna cobertura recibieron por parte de los grandes medios.
El pase de prensa y la cámara le dieron acceso a la escena política y a la música de contracultura, al rock. La generación de los sesenta quiso cambiar el mundo y los rockeros fueron elegidos como líderes de este movimiento. Artistas en sinergia con su tiempo que habían descubierto cómo movilizar a las masas y comunicar sentimientos y pensamientos a través de la música. Artistas que aportaron un poderoso empuje a una cultura en pleno proceso de evolución y elevación de su conciencia.
Para Landy, sus imágenes más conocidas -retratos promocionales y en la intimidad de Bob Dylan, The Band, Janis Joplin, Van Morrison, Jimi Hendrix, Jim Morrison… y sus reportajes del Festival de Woodstock- reflejan su profundo convencimiento de que la unidad de propósitos, la conciencia compartida y la libertad de comportamiento, combinados con la fuerza de la música, haría libres a las personas.
En 2009 el mundo celebra el 40 aniversario del Festival de Woodstock. Hoy la sociedad es diferente pero la lucha sigue siendo la misma: contra la injusticia social, las formas de dominación política y la guerra. Mucha gente se pregunta "¿Qué ha pasado? ¿A dónde fue a parar el espíritu de Woodstock?" Algunos responden: "Fue algo efímero", "Nunca volverá", "No era real". Pero Woodstock ocurrió y mostró una forma de vida que sigue vigente. Y Elliott Landy fue su cronista visual.
En esta fascinante exposición, Landy presenta una íntima mirada sobre las leyendas de la música de los sesenta, en sus casas y en concierto. La celebración de un tiempo que cambió el mundo para siempre y cuyo espíritu continúa siendo abrazado por las jóvenes generaciones del siglo XXI.
El libro Woodstock Vision, The Spirit of a Generation (2009), acompaña la exposición.
ZARAGOZA. FNAC PLAZA ESPAÑA
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